En Perú, dos a tres pacientes mueren al día esperando algún órgano o tejido. De acuerdo con cifras de ESSALUD, nuestro país es el penúltimo en Latinoamérica en cuanto a la tasa de donación de órganos, con un 2,3% por cada millón de habitantes. Frente a esta situación, la tecnología y la ciencia se abren paso como alternativa en proyectos como la bioimpresora 3D, que viene registrando avances valiosos para la investigación, teniendo como resultado el logro de la reproducción natural de células en prototipos impresos en material orgánico (como piel, narices, orejas e incluso cartílagos) y posibles trasplantes de órganos.
A nivel nacional, desde hace cinco años, la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) viene realizando proyectos de investigación y explorando en el campo de ingeniería de tejidos tras la adquisición de la primera bioimpresora 3D en Perú. En el caso de los trasplantes de órganos, el director de la carrera de Bioingeniería en UTEC, Julio Valdivia Silva, explica que, si bien los últimos órganos impresos han sido utilizados para pruebas farmacológicas, el mayor reto para lograr un trasplante es la vascularización, lo cual se traduce en fabricar los vasos sanguíneos dentro del órgano.
“Todo órgano requiere muchos vasos sanguíneos y generar ese árbol pequeño dentro es un desafío grande, eso ha retrasado la impresión de órganos para uso clínico a nivel mundial. En la actualidad, lo que estamos haciendo es la impresión de piel, hueso y cartílago. Estamos trabajando y ayudando a niños quemados y personas accidentadas”, explicó Valdivia.
El campo de la bioingeniería que podrá salvar vidas