Desde el primer día en que entras a la universidad y seleccionaste una carrera de tecnología, ingeniería, ciencias o matemáticas, te das cuenta de que solo el 10% en promedio son mujeres en tu aula. Es allí donde percibes que existe una brecha muy grande en términos de igualdad de género, incluso si hablamos de inclusión laboral y la participación femenina en estas áreas.
Según cifras de la Unesco, la tendencia internacional es que solo 3 de cada 10 personas en ciencia y tecnología son mujeres. En Estados Unidos solo el 3% de las mujeres que acceden a estudios superiores se deciden por el ámbito de las tecnologías de la comunicación y la información.
En los últimos años más del 50% de consumidores de internet son mujeres, por lo que parece lógico incluir la perspectiva de mujeres para la creación de nuevas soluciones tecnológicas. Entonces, desde mi perspectiva, es necesario fomentar que más mujeres se interesen en el sector de tecnología, haciendo conocer que es una de las carreras que nos reta día a día, ya que siempre está en constante cambio, aparecen nuevas tendencias tecnológicas que permite ir cambiando nuestro perfil profesional y generando nuevos skills.
En estos 10 años de experiencia en el área de tecnología, he afrontado junto a mis compañeras mujeres estereotipos, que sí bien podrían habernos hecho desistir, considero que nos han impulsado a reinventarnos y han sido razón para superarnos a nosotras mismas. Desde las empresas, hay un papel muy importante para poder generar programas de inserción de más mujeres al mercado laboral, fomentar las capacitaciones constantes al interno de las organizaciones y así promover que más mujeres también puedan ocupar cargos de alto directivo, su empoderamiento y que inspiren a otras mujeres en el sector.
Uno de los objetivos de Sensedia este año, por ejemplo, es aumentar la contratación de mujeres para lograr un porcentaje de equidad de género en la compañía y propiciar más cargos que sean liderados por este género, como lo he venido desempeñando en estos últimos meses. Por último, debemos concientizar que más mujeres en Latinoamérica necesitan insertarse en el mercado laboral para lograr ser más competitivas, empoderadas y sobre todo independientes económicamente.
