En nuestra experiencia participado en proyectos en diversas industrias de importancia en el país, se evidencia que, para que las empresas tengan el éxito y la rentabilidad que buscan de sus procesos de estrategia digital, es clave que no olviden las proyecciones hacia la transformación cultural.
Según IDC, el gasto en la tecnología digital en América Latina crecerá 32 veces más que la economía en 2023, pero también se predice que para 2026, el 70% de las empresas no estarán aprovechando plenamente el valor agregado que la nube, los datos y la automatización les pueden ofrecer. Asimismo, se espera que las tecnologías digitales emergentes como la inteligencia artificial, aprendizaje automático, automatización y robótica crezcan 69% en 2023, pero se tiene claro que hay un gran reto por alcanzar en cuanto a las habilidades críticas en las empresas para llevar estos proyectos a cabo.
Todas estas inversiones tecnológicas, si son bien implementadas y responden a un plan estratégico, objetivos claros y necesidades del negocio tienen un buen camino asegurado por delante. Sin embargo, hay un punto clave que puede ocasionar que una estrategia digital se quiebre: la cultura empresarial.
En la de una empresa es vital que los colaboradores se encuentren informados y que logremos que se comprometan también con los objetivos empresariales. La Encuesta de Madurez Digital de EY 2022, reveló que más del 45% de los participantes considera que la falta de personal capacitado constituye la mayor barrera para emprender exitosamente la estrategia digital en sus organizaciones, seguido de un 43% que culpa a la resistencia al cambio como el mayor impedimento, lo cual ubica al cambio en la cultura organizacional como uno de los principales impulsores de la transformación.
El camino de implementar y ejecutar la estrategia digital debe ser visto como un camino que se debe emprender en equipo, es decir, con equipos multidisciplinarios compuestos por Recursos Humanos, Comunicaciones, Operaciones, Producción, Logística etc. y no solo el área de TI. Esto mejorará las probabilidades de que el cambio sea mejor recibido dentro de la cultura organizacional. Y si a esta ecuación podemos sumar socios tecnológicos que nos aporten experiencia, habilidades y consultoría estratégica tendremos un camino mucho menos turbulento y con mayores probabilidades de éxito.
