La tecnología continuará cambiando nuestras vidas el 2021

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Por: Dr. Werner Vogels, vicepresidente y director de tecnología de Amazon.com

Nunca tuvimos un año como el 2020. Empresas grandes y pequeñas, o gobiernos nuevos y viejos, tuvieron que cambiar completamente lo que hacían y cómo lo hacían. La tecnología nos ayudó a manejar este drástico cambio. Ya fuera Blackboard ayudándonos con la educación de los niños, Zoom convirtiéndose en nuestra sala de juntas de negocios (y por qué no, en un bar también), o Netflix siendo nuestra sala de cine favorita, confiamos en la tecnología para ayudarnos a alimentar a nuestras familias, a educar a nuestros niños, a colaborar con compañeros de trabajo, o incluso a divertirnos un rato después de haber pasado un día más dentro de casa.

En lugar de frenarnos, 2020 aceleró un cambio hacia un mundo digital y, me animo a prever, del que no volveremos tan pronto. Gracias a ello, bajo mi punto de vista, 2021 va a ser una plataforma de lanzamiento para todo tipo de nuevos cambios, y aquí están algunas de las áreas que los impulsarán.

La nube estará en todas partes

A las capacidades de nube centralizadas en centros de datos les quedan los días contados. Habrá aplicaciones basadas en la nube que ayudarán a mejorar el rendimiento de barcos en alto mar, de aviones que atraviesan el cielo, de nuestros coches y hogares. El acceso a la computación y el almacenamiento en la nube irá dejando de densos centros de datos y alcanzando comunidades rurales, zonas silvestres remotas e incluso a la órbita cercana a la Tierra. La nube estará en todas partes.

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Al eliminar la latencia, y al gestionar mejor la computación en los dispositivos en el edge de la red, estamos empezando a superar la única limitación que todavía enfrenta toda la tecnología en la tierra, la velocidad de la luz. Aquellas operaciones que requieren una latencia muy baja, como conducción autónoma o el procesamiento y la traducción natural del habla y la gestión activa de la infraestructura vital, ya no necesitarán realizar viajes de ida y vuelta desde rincones remotos de la tierra hasta un servidor central.


Aquellas operaciones que requieren una latencia muy baja, ya no necesitarán realizar viajes de ida y vuelta desde rincones remotos de la tierra hasta un servidor central.


Ahora todas estas tareas pueden llevarse a cabo donde más se necesitan los resultados. ¿Qué resultados? Coches autónomos por todas partes y conversaciones con servicios como Alexa cada vez más naturales, fábricas, hogares y oficinas cada vez más eficientes y resistentes. Y, si el juego es lo tuyo, ya no tendrás que preocuparte por el retraso que obstaculiza tu experiencia, tus habilidades estarán en plena fuerza, dondequiera que estés.

A medida que la nube deja espacios centralizados y se mueve hacia los entornos en los que vivimos y trabajamos, lo que veremos es el mismo software que se ejecutaba en la nube ejecutándose cerca de ti, y eso llevará a mejoras en todos los aspectos de nuestras vidas, desde la atención sanitaria al transporte, desde el entretenimiento a la manufactura, y mucho más. En 2021, esta tendencia hacia la edge computing, se acelerará.

Internet del machine learning

Estamos viendo una explosión de datos. Para darle contexto a esta tendencia, te doy un ejemplo: hoy generamos más datos en una hora de los que se generaron durante todo el año 2000, y se generarán más datos en los próximos tres años de los que se crearon en los últimos 30. En 2020, no hizo falta ser un científico de datos para ver la creciente curva de datos a medida que investigadores, científicos, compañías farmacéuticas, gobiernos e institutos de atención médica volcaban todos sus recursos hacia el desarrollo de vacunas, tratamientos novedosos y otros medios para intentar ayudar al mundo a mantenerse sano durante la pandemia.


Generamos más datos en una hora de los que se generaron durante todo el año 2000, y se generarán más datos en los próximos tres años de los que se crearon en los últimos 30.


Todos estos esfuerzos requirieron generar y procesar grandes cantidades de datos. Ya sea en el sector sanitario o en otros, la única forma realista de manejar toda la información que estamos viendo es utilizar herramientas de ingestión y agregación, casadas con modelos de machine learning que pueden ayudar a que esta información tenga algún sentido. No es de extrañar que este año el machine learning haya sido la tendencia.

Al avanzar hacia la edge computing, lo que veremos en el próximo año es una aceleración de la adopción de modelos de machine learning en las industrias y en el gobierno. En la industria, veremos el machine learning presente en las líneas de producción, capaz de detectar anomalías en tiempo real. En la agricultura, los modelos de machine learning ayudarán a los agricultores a gestionar de manera más inteligente recursos preciosos como el suelo y el agua.

Donde los pequeños agricultores sean la mayoría, por ejemplo, en el sudeste asiático y África, llevar el machine learning hacia nuevas aplicaciones y hacia la recolección de datos más cerca del edge será revolucionario para ayudarlos a aumentar el rendimiento de sus cultivos y encontrar el mejor precio para sus cosechas.

A medida que el machine learning continúe expandiéndose, también veremos una explosión en las conexiones máquina a máquina (M2M). En 2018, sólo el 33% de las conexiones en internet eran M2M, según el informe anual de Cisco sobre Internet. Si tienes un Echo, cualquier aparato doméstico inteligente o estás siguiendo cómo los coches y camiones están evolucionando rápidamente, ya sabes lo que se viene, una proliferación de sensores y dispositivos conectados a la nube y entre sí. En 2021, veo las conexiones M2M llegando al 50% de todas las conexiones y a partir de allí acelerándose cada vez más.


A medida que el machine learning continúe expandiéndose, también veremos una explosión en las conexiones máquina a máquina (M2M).


En 2021, las imágenes, el vídeo y el audio valdrán más que millones palabras

Hace unos años, en un artículo para Wired, hice un comentario sobre la «muerte del teclado» debido al rápido crecimiento de la informática activada por voz y al aumento de las interfaces de usuario que permiten a los seres humanos comunicarse con las máquinas, y entre sí, de una manera mucho más natural. A medida que nos acercamos a 2021 insisto en lo mismo, pero con una evolución diferente.

El año pasado, y a medida que todos entramos en las profundidades del lockdown, nos comunicamos cada vez más a través de audio, vídeo e imágenes. Como resultado, la cantidad de texto que consumimos en nuestras pantallas se redujo a medida que la multimedia pasó a ser la forma favorita de comunicación. Durante un día común en Twitter, el 80% de los mensajes contienen algún tipo de imagen o vídeo, o son sólo una imagen o un vídeo. Durante el verano, Twitter lanzó los tweets de audio para usuarios de iOS, reconociendo aún más esta tendencia. Parte de esto ha sido posible gracias a la rápida reducción del costo y la capacidad de almacenar datos en la nube.

Las empresas que desean mantenerse relevantes para sus clientes necesitan estar profundamente conscientes de estos hábitos cambiantes, y no depender del teclado, del ratón o de otras formas mecánicas para que sus clientes interactúen con sus productos y servicios. Cuando se trata de construir relaciones con una marca, los clientes quieren hacer lo que les es más natural y por eso las empresas deben explotar esta tendencia que aleja a la gente del teclado y la lleva hacia interfaces de usuario más naturales. Alexa ya les permite a los clientes realizar sus compras en Amazon por voz, y estamos muy animados al ver la adopción que esto ha tenido.


Las empresas que desean mantenerse relevantes para sus clientes necesitan estar profundamente conscientes de estos hábitos cambiantes, y no depender del teclado, del ratón o de otras formas mecánicas para que sus clientes interactúen con sus productos y servicios.


Este cambio hacia formas más naturales de comunicación también permitirá una mayor equidad en lo que respecta al acceso a los servicios y a la información. Para aquellos que no saben leer o escribir, la voz puede ser su único modo de acceso a la información. En Ghana, por ejemplo, una empresa como Cow Tribe ofrece vacunas, alimentos o un veterinario a un pastor que lo necesite, todo a través de un simple comando de voz. Las personas con discapacidades que no pueden navegar por un panel táctil o por un teclado, a menudo pueden decirle a una pantalla que les muestre fotos del verano pasado, pedir comida en un restaurante cercano o decirle a un smart speaker que llame a los niños.

Y no te olvides que todos los vídeos, audios e imágenes –en Twitter y en otros lugares– también se convierten en una fuente de datos que ofrecerá nuevos insights y dará lugar a nuevos productos y servicios. Piensa en la música. A medida que hicimos la transición a la música digital, el audio se convirtió en una fuente de datos para análisis, no solo para reproducir tu canción favorita, sino también ofrecer nuevas formas de seguir las tendencias, descubrir nuevos artistas y aprovechar toda la historia de la música, los géneros y los artistas y así conectar la música con un estado de ánimo, con unas pocas palabras o con un lugar.

En 2021, el uso de audio, vídeo e imágenes seguirá sustituyendo el texto escrito en todo, desde las plataformas sociales hasta las operaciones empresariales, y las tecnologías en la nube desempeñarán un papel importante a la hora de satisfacer esta demanda.

La tecnología transformará nuestro mundo físico tanto como el digital

En 2020 conocimos el distanciamiento social. A medida que nos aislábamos se nos presentó a todos, la oportunidad de hacer un balance y repensar cómo viven, respiran y fluyen nuestras ciudades. Muchos de los lugares en los que vivimos y trabajamos se han construido sobre supuestos de décadas atrás (o de siglos, dependiendo de dónde vives) que ya no funcionan, o por lo menos, no funcionan en una pandemia.

Con la ayuda de analíticas avanzadas, 2021 será el año en que empezaremos descubrir cómo diseñar mejor nuestras ciudades para poder cumplir con el distanciamiento social sin sentirnos tan lejanos. Nuestra planificación considerará cosas como cómo hacemos que nuestras comunidades sean más sanas y seguras, en lugar de simplemente más densas y eficientes, será la verdadera convergencia de lo digital con lo físico.

Por ejemplo, utilizando tecnologías de punta en cuanto a analíticas y machine learning, las ciudades podrán analizar el tráfico de peatones para entender cómo se mueven, ya sea cuando entran a un estadio, salen de un supermercado o caminan por la plataforma del metro. Las tiendas de departamento han estado utilizando una versión de esta tecnología durante muchos años para analizar el movimiento de personas en sus tiendas en cualquier momento, y así ayudar a promover las mejores ofertas en el momento más adecuado. Pero, al añadir modelos de machine learning al kit de herramientas con el deseo de resolver problemas más difíciles del mundo real, podremos detectar los cuellos de botella antes de que ocurran.


Al añadir modelos de machine learning al kit de herramientas con el deseo de resolver problemas más difíciles del mundo real, podremos detectar los cuellos de botella antes de que ocurran.


Podemos empezar a predecir el movimiento de personas hora a hora y ofrecer sugerencias sobre cómo moverse con seguridad por las ciudades e instituciones durante la temporada alta del verano o en mitad de la temporada de gripe invernal. Piensa en un museo, con la ayuda de estas tecnologías pronto entenderemos cómo exponer mejor las obras de arte, o diseñar las salidas de un baño para evitar que las personas se topen entre sí y así se pueda mantener una distancia social segura.

Otra transformación física que veremos es menos social y más financiera, la rápida desaparición de la necesidad de efectivo. Uno de los principales cambios que trajo la pandemia ha sido el aumento del pago sin efectivo. En algunos bares y restaurantes de todo el mundo, el dinero en efectivo está prohibido. Como resultado, hemos visto el espectacular aumento de nuevas plataformas de pago online, cuyas empresas están integradas en la nube y cuyo sistema subyacente de cifrado y contabilidad, blockchain también está basado en la nube. Estas opciones sólo proliferarán a medida que el mundo se acelera hacia tecnologías digitales que reemplazarán enfoques anticuados.


Otra transformación física que veremos es menos social y más financiera, la rápida desaparición de la necesidad de efectivo.


El aprendizaje remoto gana su lugar en la educación

 En los últimos años hemos visto un cambio radical en casi todas las áreas, con una excepción evidente: la educación. La mayoría de los institutos educativos han funcionado de manera similar a cuando tú estabas en la escuela. Muchos, muchos y muchos años atrás. Y aunque poco a poco hemos empezado a ver cambios a través de opciones online, como Coursera o Chegg, con la covid-19 la educación se vio obligada a pasar por una rápida reinvención, casi más que cualquier otro sector. Y nunca más será lo que era.

Recientemente, hablé con algunos estudiantes de secundaria en Varsovia, Polonia, que utilizan el servicio de aprendizaje en línea Brainly para mantenerse al día con su trabajo escolar y ayudarse mutuamente con las clases. Herramientas como Brainly han ayudado a que padres desesperados puedan asegurarse que sus hijos estén aprendiendo en esta nueva realidad educativa remota.

La tecnología y el acceso a ella han desempeñado un papel enorme en la educación de los niños durante esta pandemia. Este próximo año vamos a demostrar que el aprendizaje remoto puede funcionar, que puede ser una mejor opción para algunos, y que puede tener un papel positivo y más persistente en la educación.

Otro buen ejemplo es el trabajo que está realizando Kimberly Bryant, fundadora del Black Girls Code (BGC). Al igual que todos los educadores, Kimberly se vio obligada a llevar a cabo su plan de estudios de informática para niñas de 7-17 años online durante la pandemia. En un año típico BGC podría llegar a 5500 estudiantes, pero en solo un mes de sesiones virtuales esta primavera alcanzó casi la mitad de ese número y hubo niñas que se sumaron de todas partes del mundo. Kimberly dice que BGC no volverá solo a la enseñanza presencial, ha visto la escala que puede alcanzar y a las niñas que puede ayudar, dondequiera que estén.

La pandemia, al igual que muchos otros cambios que hemos presenciado este año, nos obligó a adaptarnos. Pero no necesitamos una crisis de salud global para que las clases online tengan sentido. Tener opciones de educación remota (y de trabajo remoto) ampliamente disponibles en cualquier momento también significa que los niños pueden quedarse en casa cuando están enfermos sin perderse la clase y retrasarse con el programa. ¿Y si no hay una escuela a la que se pueda asistir? Si hay una conexión a Internet, existe al menos la posibilidad de algún tipo de educación.


¿Y si no hay una escuela a la que se pueda asistir? Si hay una conexión a Internet, existe al menos la posibilidad de algún tipo de educación.


No hay duda, creo que debemos enviar a nuestros hijos de vuelta al aula, y a que se encuentren con sus compañeros, pero habrá otras interrupciones. Las clases remotas dan a los sistemas escolares, y a los estudiantes, la flexibilidad de responder a eventos imprevistos, ya sean pandemias, desastres naturales o calamidades provocadas por el hombre, para no tener que parar sus estudios

Pequeñas empresas correrán a la nube y el sudeste asiático y la África subsahariana liderarán el camino

A partir de 2021 vamos a ver un cambio masivo en las pequeñas empresas que comienzan a utilizar la tecnología avanzada de la nube para llegar a sus clientes, habrá una explosión de tecnologías de alto nivel y proveedores de servicios que se ocuparán de estas pequeñas empresas. La nube ayudará a pequeñas empresas a hacer todo, desde contar con un chatbot para responder preguntas frecuentes, hasta conseguir que un sistema CRM simple pase a funcionar en cuestión de minutos. Las pequeñas empresas obtendrán beneficios de arquitecturas y aplicaciones sofisticadas sin tener que invertir tiempo y dinero en sus propias arquitecturas y aplicaciones.


La nube ayudará a pequeñas empresas a hacer todo, desde contar con un chatbot para responder preguntas frecuentes, hasta conseguir que un sistema CRM simple pase a funcionar en cuestión de minutos.


La tendencia de la nube en todas partes, descrita anteriormente, posibilitará todo esto. Lo que está impulsando todo esto es la experiencia que la mayoría de las pequeñas empresas acumuló en 2020, donde, en muchos casos, la diferencia entre sobrevivir e ir a bancarrota se resumió a la capacidad de aprovechar la tecnología. Un hecho poco conocido es que solo el 47% de las pequeñas y medianas empresas en los EE. UU. tienen su propio sitio web— se espera que esta cifra crezca en 2021. Y esta tendencia se expandirá globalmente, por eso debemos mirar a naciones en el sudeste asiático, como Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, y en África, como Kenia, Nigeria y Sudáfrica para liderar el camino.

Antes de 2020, solía pasar mucho tiempo en estos rincones del mundo, hablando con los clientes y escuchando sus historias sobre cómo están utilizando la tecnología para superar los retos locales. Y algo claro que vi en estas regiones es el gran potencial de estas pequeñas y medianas empresas que siempre me han inspirado sus historias.

En el África subsahariana, el 90% de todas las empresas son pequeñas y representan el 40% del PIB, algo como 700 millones de dólares. En los países del sudeste asiático, las micro y pequeñas empresas representan el 99% de las empresas de varios sectores clave, en particular turismo y artesanía. La penetración online en estos países ya está entre las más grandes del mundo, por lo que conectarse les permite a las micro y pequeñas empresas ir más allá de sus comunidades y seguir haciendo negocios incluso cuando sus mundos están cerrando a su alrededor.

Un buen ejemplo es Warung Pintar, en Indonesia, una pequeña empresa minorista y de servicios tecnológicos que ofrece tiendas conectadas a la nube. Los quioscos o pequeños puestos de venta son omnipresentes en Indonesia, en toda Asia del Sur y otras partes del mundo – en algunos países de América Latina se los llama “tienditas”. Estos quioscos son normalmente atendidos por una única persona y en ellos puedes comprar una bebida fría, un bocadillo o cargarle créditos a tu móvil. La versión de Warung Pintar ofrece todo esto, pero el quiosco y sus operaciones están conectados a la nube.

El dueño de un quiosco Warung Pintar cuenta con gestión de inventario y seguimiento, análisis de ventas, pagos sin efectivo, wifi, y más, todo dentro de esa pequeña «caja» amarilla y brillante. Los dueños de estos quioscos dependían anteriormente únicamente del movimiento de los transeúntes, pero ahora pueden conocer y alimentar su base de clientes. Anteriormente, elegían qué artículos vender básicamente por intuición, pero ahora pueden analizar y comprender qué les deja más dinero y qué está apenas ocupando espacio en la tienda.

A medida que estas pequeñas empresas traen sus insights únicos y llevan productos artesanales al mundo, se espera que comiencen a usar y aprovechar muchas de las prácticas comerciales que vemos en países más establecidos. Estos países no tienen tecnología heredada que los haga dudar sobre qué es mejor para ellos, por lo que el cielo es el límite.

La computación cuántica comienza a florecer

Algo que hemos visto una y otra vez en el pasado es que, si se puede democratizar la tecnología más avanzada y compleja, y si se vuelve asequible, disponible y comprensible para la mayoría de las personas, suceden grandes cosas.

En re:Invent 2019 anunciamos Amazon Braket, un servicio de computación cuántica completamente gestionado que ayuda a investigadores y desarrolladores a comenzar con esta tecnología para así acelerar la investigación y el descubrimiento, y en 2020 la pusimos a disposición de todos. Antes de Amazon Braket, era necesario ser uno de los institutos de investigación más avanzados del mundo o una de las empresas más ricas del mundo para tener acceso a hardware informático cuántico. Con Amazon Braket, cualquiera puede ahora utilizar máquinas cuánticas por tan solo treinta centavos de dólar.

No hay duda de que estamos en las primeras etapas de este enfoque informático, pero de eso se trata Braket. Es especialmente importante en este tiempo exploratorio que dejemos que tantas personas como sea posible se ensucien las manos e involucren su cerebro en la computación cuántica. A medida que las empresas y las instituciones comiencen a experimentar con la computación cuántica, y a medida que esa experiencia comience a moverse más allá del mundo académico, veremos planes de negocio y las primeras semillas de productos y servicios centrados en un futuro cuántico. Ahí es donde entra en juego la experimentación de Braket. Como hemos visto con el machine learning, cuando el ecosistema de software pueda aprovechar realmente el hardware, veremos miles de aplicaciones tomar forma.

Con el tiempo, probablemente durante la próxima década más o menos, veremos áreas como la ingeniería química, ciencia de materiales, descubrimiento de medicamentos, optimización de carteras financieras, machine learning, y muchas más, transformadas por la computación cuántica. Pero esto solo será posible si cada vez más personas comienzan a imaginar un camino hacia el futuro. Basado en nuestra experiencia con hacer que las tecnologías avanzadas de la nube sean asequibles y comprensibles, y estén disponibles para todos, 2021 será el año en que la computación cuántica comenzará a florecer.

La frontera final

Para que todo el potencial de la tecnología pueda ayudar a todo el mundo a vivir una vida mejor, no deberíamos apenas salir por ahí y conocer el mundo como siempre lo hemos hecho, deberíamos observarlo desde el cielo. En 2019, lanzamos un servicio llamado Ground Station AWS que permite controlar las comunicaciones por satélite, procesar datos y escalar operaciones sin tener que preocuparse por la construcción o gestión de la infraestructura en una estación terrestre. Hemos visto una aceptación fantástica en este servicio, pero creemos que es solo el principio. A partir de 2021 prevemos que el espacio será el área donde se verán algunos de los principales avances en lo que se refiere a tecnologías de nube.

Ya estamos viendo que la capacidad de acceder y procesar datos satelitales está ayudando a los investigadores a rastrear el deshielo, a las agencias marítimas a proteger las reservas marinas vulnerables y a los agrónomos a predecir mejor el suministro de alimentos. Muchas startups están buscando hacer del espacio el hogar para una nueva generación de redes rápidas y seguras. Al hacer que el acceso al espacio sea asequible y accesible para todos los desarrolladores esperamos que las innovaciones que de ello resulten vuelvan a la tierra para ayudarnos a todos a crecer y prosperar.

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